Decálogo del militante
- Exigencia de mi fe es el encuentro personal con Cristo en la vida sacramental, en la oración y en la comunión con los demás hombres.
- Como apóstol, mi vocación misionera me urge a llevar el mensaje evangélico a mis ambientes de trabajo, por la palabra y el testimonio de vida, teniendo como Madre s la Virgen Reina de los apóstoles.
- Por ser miembro de la Iglesia, viviré responsablemente la fidelidad al Espíritu y comunión con el Magisterio, manteniendo un trato frecuente y sincero con el Consiliario.
- Es exigencia de mi compromiso temporal actuar siempre con libertad de espíritu y plena responsabilidad personal. En Hermandades debo recibir formación, información y apoyo moral, pero evitaré cuidadosamente comprometer la Obra en mi actuación social o política.
- Afrontaré mi trabajo personal con sentido de responsabilidad, solidarizándome con mis compañeros en la lucha por la defensa de los derechos humanos y la conquista de las reivindicaciones sociales.
- En un mundo de odio y violencia, mis armas serán el servicio y el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, rechazando aquellas actitudes por antievangélicas.
- Tomaré conciencia de mi propia responsabilidad cívica y política, condenando toda clase de injusticias y empleando mi mejor esfuerzo para que cada trabajador sea el artífice y protagonista de su propio desarrollo integral.
- Consciente del valor creador del trabajo en toda aportación humana, pondré el máximo interés en mi competencia profesional.
- Contribuiré a la consolidación de las Hermandades del Trabajo, con espíritu de renovación y creatividad, al crecimiento y madurez de los Grupos Apostólicos y al desempeño de las tareas que se me encomienden.
- Colaboraré para que mi Grupo Apostólico tenga sentido comunitario, siendo un auténtico equipo de reflexión y acción.
(Aceptó pertenecer al Grupo Apostólico de mi Hermandad. Para cumplir mis compromisos, considero imprescindible en mi vida de militante la oración diaria, la vida sacramental frecuente, la devoción a la Virgen, mi colaboración en la Obra, la asistencia a Coloquios, Cenáculos y Retiros Espirituales, y mi colaboración para conseguir la elevación espiritual y material del mundo del trabajo)